Friday, November 7, 2008

A Legal Alien in Miami

El ser inmigrante en un nuevo país hace que te sientas extraño a todo, inclusive a tus propias adicciones. Me confieso adicta a la política, pero a la política democrática, a esa en la que puedes discernir y, sin importar si estás de acuerdo o no, llegar a un punto medio. Ese punto que en el terreno de lo ideal, seria para el beneficio de todos.
La campaña política por las elecciones americanas, transcurrió sin que yo le diera mucha importancia, por eso de no querer opinar, por cosas de sentirme ajena a lo que pasaba y nueva por esto rumbos. Pero al final ganó mi adicción a la política y me puse a hacer mis researches para saber que proponía cada candidato. Confieso que no me gustaba mucho la idea de Barack Obama al principio, pero es que su lema era solo “change” y mis raíces venezolanas hacían que con solo escuchar eso me espantara. Cambios? Que cambios? Como los haría? De qué cambios hablaba exactamente? Eso de cambiar por cambiar, no significa que necesariamente sea bueno, así que recurrí a la herramienta de estos tiempos y me puse a ver su web site. Me sorprendió ver como estoy de acuerdo en algunos de los cambios que propone, pero también puedo entender por qué las personas conservadoras de este país los rechazaban. Aquí no les gusta que el Estado interfiera en sus vidas. Pues la verdad, a mí tampoco me gusta, pero tratándose de educación, salud y economía, pienso que una institución debe velar por el bienestar de las personas, será el Estado entonces quien lo haga. Así me di cuenta que no era tan malo Obama como lo pensé al principio, pero es que McCain tampoco me parecía tan malo.
El día de las elecciones, las calles estaban repletas de votantes, personas que querían dejar clara su opinión de quien sería el próximo presidente de este país, lo que me pareció obvio es que no importaba si era Obama o McCain, lo que sentí que se demostró fue el gran descontento que tienen con el actual presidente, como diría Oliver Stone, con “W”.
Salir de mi casa y llegar a ella, después del trabajo no fue fácil, el tráfico era insoportable (claro nunca a los niveles caraqueños). Finalmente, llegue a mi edificio y en lobby se encontraban reunidas unas personas, casi todas de la tercera edad, que mientras esperaba el ascensor me preguntaron “Did you already vote? Sin mayores explicaciones conteste que no, pero en un eterno segundo, juro que pude sentir como en cualquier momento las andaderas y bastones serian lanzados en contra de mi persona, así que tuve que agregar “I wished but I am not an American Citezen yet” y eso calmo los ánimos porque después en coro expresaron “Ahhhh!!! Ok” subí de inmediato, no se les fuera ocurrir preguntar que de haber votado pro quien lo hubiera hecho. Tuve el presentimiento que ninguna de las dos opciones hubiera complacido por completo a la audiencia. En la tele solo se podía ver programas dedicados a los conteos de los votos, trate de seguirlos, pero ya era tarde y tenía que dormir. Y, anyway, estaba segura de cual sería el resultado.
Al día siguiente, en todos los periódicos y páginas de internet estaba la noticia, Obama es el nuevo presidente electo de los EEUU. Leí su discurso de aceptación, me pareció maravilloso, porque después de una larga campaña donde ataco y fue atacado, rendía homenaje a su contrincante, hablaba de unión y no de separación, recordaba a Lincoln quien, también desde Chicago, una vez abolió la esclavitud y consiguió unir a un país mucho más dividido que ahora. Prometió ser el presidente de todos los habitantes de este país, de los que lo apoyan y de los que no, que a ellos también los escucharía. De su opositor, pues dijo que esperaba trabajaran juntos por el país que ambos amaban. Qué diferencia con mi país! Después de ese discurso, solo puedo decir que Obama tiene el beneficio de mi duda.
Este país parece otro, parece estar feliz, parece estar esperanzado y, como leí en un diario Español, después de todo ni el más liberal de los americanos, es tan liberal como para ser un radical. Así que al final, no creo que las cosas cambien tanto.