Saturday, February 11, 2012

Venezuela a la distancia.

Pensar en Venezuela desde la distancia, imaginar a Venezuela, recorrer con los recuerdos las calles de la infancia, bien sean en Caracas, Maturín, Mérida o cualquier ciudad, pueblo o caserío Venezolano, no siempre es un ejercicio claro, mucho menos objetivo.
No sé si le pasara a cualquier inmigrante, originario de cualquier lugar en la tierra. Desde mi subjetividad venezolana, con todos mis supuestos básicos subyacentes fuera de la cajita, puedo contar lo que percibo de mis compatriotas y lo que siento mientras ejercito la memoria. Los venezolanos alejados de nuestro país, tenemos recuerdos a pedazos, nunca enteros. Coincidimos siempre, en lo bella que es Venezuela, así en femenino, porque Venezuela es nombre de mujer. Y no solo mujer, tambien de madre. Madre de todos los que nacimos en sus tierras. Y como es de esperarse, la madre siempre es la mujer más bella del mundo a los ojos de sus hijos. Pero, en este caso, nuestra percepción de la belleza de Venezuela, no es infundada. Es un país donde los doce meses del año el clima es perfecto, es una eterna primavera. Rodeada de montanas, ríos, lagos y playas que hacen que sus paisajes le quiten el aliento a más de uno.
En el liceo, en Geografía Universal, nos explicaban que existen cinco básicos ecosistemas en la tierra, acto seguido se nos recordaba que en Venezuela, teníamos cuatro de ellos y, que este prodigio natural, no pasaba en todos los países sin importar que tan extensos en territorio fuesen, porque no tenían la ubicación geográfica privilegiada que tiene Venezuela. Además, contamos con riquezas naturales infinitas, pero nos recordaban que los recursos naturales, no son renovables, así que había que cuidarlos. Como buena madre, Venezuela, saca de sus entrañas lo necesario para alimentar y satisfacer las necesidades básicas de todos sus hijos, por eso fue que seguramente el subsuelo venezolano se lleno de Petróleo, gas, oro, diamantes y, ahora, parece que también de Uranio y quien sabe cuántos otros minerales.
Todo suena perfecto. Pero la trampa esta en los administradores de todos estos recursos, en los hijos rebeldes y egoístas de Venezuela, de esos que existen en todas las familias. Estas personas se han dedicado a desangrar y despilfarrar las profundidades de Venezuela, a repartirlas desigualmente y sobre todo a repartirlas fuera de las fronteras venezolanas. No se trata de no querer compartir o ayudar al vecino, no! Se trata de que mientras la casa se caiga, los hijos pasen hambre y se maten como Caín y Abel todas las semanas y, se siga deteriorando cada rincón del país, hay recursos que deberían estar destinados a construir el desarrollo de nuestra patria, pero no son usados para eso, sino para comprar voluntades políticas en naciones extranjeras. Llevando a nuestra bella Venezuela a caerse a pedacitos cada día que pasa. Mientras dure esta ofensa de administración pública liderada por uno de sus hijos más infames, los recuerdos de los que estamos lejos, seguirán siendo como pedazos de una fotografía que se rompió y tratamos de armar desesperadamente… Ya es tiempo de cambiar al hijo que administra los recursos de la madre patria.

Wednesday, February 16, 2011

En busca de una experiencia cultural

Cada vez que intento acercarme a algún evento cultural en mi Miami, la experiencia no siempre es del todo satisfactoria. Siempre me queda como ese sentimiento de que algo falto, como una especie de vacío que hizo falta que el teatro, la opera, la zarzuela o los musicales llenaran.
La primera vez que me paso esto fue cuando montaron Cats en, The Adrienne Arsht Center for the Performing Arts of Miami, fui con mis padres y mi hermana. Nos vestimos y acudimos al teatro con toda la solemnidad de caso, tengo que reconocer que los lugares eran malísimos, casi los últimos del teatro, pero eso no disculpa el hecho de que no se escuchaban las canciones, hubiese pensado que en ese centro de artes, pues la acústica era muy buena o, en su defecto el montaje del sonido solucionaba cualquier problema con ella ayudado en la mas reciente tecnología, después de todo esto es EEUU y disponemos de muchos recursos. Bueno, lo cierto es que no fue así. No se escuchaba bien, no se entendía nada, parecía un gran murmullo de personas a una distancia infinitamente lejos de nuestros asientos. Mi mama no pudo mas con el sueño que le produjo no entender nada y, no ver nada tampoco (la visualización desde los asientos tampoco era buena) que sucumbió a los brazos de Morfeo y se quedo dormida. En fin, seguí la historia, intente escuchar las canciones y atender a los movimientos felinos de los gatos, pero igual al terminar, sentía un gran vacío, una sensación de que a lo mejor si hubiese estado en Nueva York, toda la experiencia hubiese sido diferente.
Después de eso, probé con la Opera, fui a ver Carmen, esta vez compré mejores asientos, más cercanos. Otra vez, al llegar al teatro me encontré con un publico serio, elegante y distante, esperando por el comienzo de una de las obras maestras de George Bizet. El sonido estuvo mejor que en Cats, pero definitivamente la arquitectura del teatro no tiene muy buena acústica. (O, quizá, sea yo que me estoy quedando sorda ja ja ja) El montaje estuvo tan aburrido, que deseaba, en el segundo acto, contarle a Don José que Carmen lo abandonaría por un torero a ver si acelerábamos el proceso y así, yo podía regresar a mi casa.
Mi tercer intento fue hace un par de semanas, cuando fui a ver “Monólogos de la Vagina” No estaba esperando mucho de esta pieza contemporánea, pero luego de tener tantos años en escena, algo debe hacerla especial pensé. Así que decidí ir con mis amigas a verla, compre los boletos y fui a ver la función con Charityn, Rosalyn Sánchez y Sandra Calero. Esto fue en el Trail Teather, el montaje fue sencillo y sobrio, bastante elegante. Pero esta vez, lo que me dejó un vacío fue el público, mucho mas relajado e informal que el publico que acude a The Adrienne Arsht Center for the Performing Arts of Miami. La obra recorre las experiencias de muchas mujeres que la autora entrevistó, convirtiendo en monólogos las historias que escucho durante su investigación. La mayoría de los monólogos son comedias, pero balanceados con dosis dramáticas. Fue en esos momentos dramáticos cuando desesperé. Se encontraba Charityn, interpretando a una mujer de 70 años o más, a quien nunca le habían hecho el amor y, además padeció de Cáncer y tuvo que ser sometida a una histerotomía, la interpretación de Charityn me sorprendió, muy buena actriz, muy convincente y conmovedora actuación. Ahí estaba una actriz, haciendo un gran performance, llorando sobre las tablas, totalmente metida en el personaje, y que hacia el publico? Se reía!
Era como si alguien les hubiese dicho que fueron a ver una comedia y que en consecuencia bebían reírse en todos los actos! Sin importar que situación se estuviese representando! No salía de mi asombro, volteaba y miraba y observaba a esa gente riéndose de semejante historia de dolor.
Otra vez, terminó la obra y quede con un vacío, una sensación de que algo faltó. De que si hubiese presenciado la misma obra en otra ciudad, hubiese sido completamente diferente. Espero tener mejor suerte la próxima vez que me acerque la cultura Miamera. Porque hasta ahora el único espectáculo al que he asistido y me dejó ese vacío fue el Cirque du Soleil.

Tuesday, January 19, 2010

El circo esta en Miami, ¿necesitaran una domadora de leones?

El “Ringling Brothers Circus” llego a Miami este mes, como todos los eneros desde que me mude aquí, camino al trabajo veo las carpas montadas y si tengo suerte, puedo hasta escuchar a algunos animales. Mis favoritos son los elefantes, a veces los veo de lejos. Pero otras veces, pues escucho el rugido de los Leones y, la verdad, esos no me agradan ni un poquito. No quiero sonar mal y que alguna asociación protectora de Leones me mire con mala cara, entiéndase que no tengo nada en contra de los reyes de los felinos, todo lo contrario, los encuentro fascinantes. Pero a los leones de verdad, verdad. No con los que tengo que lidiar, día a día en mi oficina.
A veces siento que necesito un látigo y una silla para trabajar, porque de tantos gruñidos y zarpazos que por cualquier tontería se reciben en mi oficina, pareciera que se encuentra uno en una jaula de Leones salvajes! Lo bueno es que si es posible domar a los leones de verdad, también es posible domar a los depredadores laborales.
Y es que las comparaciones saltan a la vista. Por eso cada vez que llego, como buen domador de leones, antes de entrar en la jaula lo pienso muy bien, analizo como están hoy los leoncitos y, decido en ese momento si ese día usare el látigo o la silla. Lo más importante que he aprendido de estos leones es que hay que reconocer que SIEMPRE son un peligro, lo que no deja tiempo para distracciones. Hay que estar alerta en todo momento. Así he encontrado unas reglas básicas de supervivencia: hay que mantener siempre contacto visual, prestar mucha atención, mantenerse alerta, ser decidido y sobretodo, la más importante de todas, tener toneladas de paciencia. Porque poco a poco llega uno a reconocer sus hábitos y sus necesidades. Todos estos leones tienen mucha necesidad de poder, de marcar su territorio, de defenderlo y de extenderlo. Pero lo que menos me gusta de ellos son sus frecuentes demostraciones de furia y su incapacidad para admitir sus errores.
Una vez aprendidas estas lecciones, se hace cotidiano el tratamiento con estos carnívoros corporativos. Y se logran domar las fieras, claro nunca es permanente, siempre es temporal, es un trabajo diario que no termina, porque como mencioné anteriormente, siempre quieren expandir su territorio. Lo que me lleva a volver a comenzar todo, cuando llego a la oficina y sin entrar escucho gruñidos y golpes contra la pared, se que es momento de sacar de nuevo el látigo y, una vez más, comenzar a domar a los leones.
Ahora entienden porque el rugido de los leones del “Ringling Brothers Circus” lejos de emocionarme, me genera una ¡gran pereza! Al final, todo es cuestión de entender las reglas de la selva o, como diría el gran Fito Páez “y caí que al fin esto es un juego todo empieza siempre una vez más”
Referencias:
http://comunidad.uach.mx/rarroyo/resumenes/410DomandoLeones.pdf

Thursday, October 29, 2009

De Ulises y zapatos

Tengo tres años viviendo aquí y todavía hay días que me siento como gitana. Entro, salgo, vuelvo a entrar y, vuelvo a salir de la misma situación. Así, como estancada, como en las ruinas semi circulares de Borges. Me dicen que puede ser “síndrome de Ulises” o “síndrome del emigrante” una especie de estrés extremo, crónico y múltiple, causado por la dificultad de adaptarse a una nueva residencia. O como lo define Wikipedia: “El nombre viene variado del héroe mítico Ulises el cual, perdido durante muchísimos años (diez según Homero) en su camino de vuelta a Ítaca, añoraba su tierra de origen pero se veía imposibilitado de volver a ella”[1]. Suena muy bien, tiene un halo hasta poético y romántico. Como no tenerlo si esta involucrado uno de los mayores héroes de la historia occidental. Pero la verdad es que en la vida real no es ni tan poético, ni tan romántico. Es un soberano fastidio, como dirían en mi tierra. Resulta que te hace sentir anormal, porque pareces un sube y baja. Al principio era peor, pasaba un día bien y un día mal. Ahora la proporción ha mejorado significativamente. Paso tres semanas bien y una mal. Las tres semanas del vaso medio lleno, son una maravilla, estoy de buen humor, siento que todo me sale bien, me despierto con gusto y ánimos de trabajar. Pero la semana del vaso medio vacío, ¡Ay no, que horrible! Esa semana si pudiera gruñir, lo haría. Bueno, creo que lo hago, pero no me desahoga del todo, quisiera poder gruñir como gata, de verdad y hasta arañar a mis semejantes.

Es que en esos días mi imaginación vuela, y vuela violentamente. Siento ganas de imitar al periodista Iraquí y lanzarle un zapatazo a los estorbos. Hasta me pongo a pensar, ¿qué tan malo puede ser si lo hago? Entonces considero mis opciones detenidamente, para poder hacerlo rápido y que no prevean mis movimientos, el factor sorpresa es muy importante: debo tener zapatos fáciles de sacar: sandalias. Pero no puedes ser sandalias flat, tienen que ser con tacones altos, preferiblemente anchos, para que golpeen lo suficientemente duro. Debería hacerlo en un momento en el que yo esté sentada y, la persona que me moleste parada, aquí puedo confiar en que siempre he tenido buena puntería. Una vez hecho el lanzamiento, debo tener una vía de escape, en caso de que me lo quieran relanzar (efecto boomerang). Viviendo en el Imperio Yankee, donde las leyes se cumplen, debo hacerlo solo con personas que puedan luego ser convencidas de no demandarme, porque por un zapatito eso de la cárcel y las multas, me parecen un engrandecimiento de la situación; pero hay que adaptarse al lugar en que uno se encuentra.

Esto me pone a pensar: que de adaptación, precisamente, es que se supone se trata todo. Que por no poder adaptarme a esta ciudad, estoy estresada y sufro del síndrome de Ulises y por eso quiero lanzarle zapatos cada tres semanas a la gente. Y es aquí donde veo todo claro, como si algún ser divino o mitológico me hubiese iluminado (maybe el mismo Ulises, cansado de ser culpado), si puedo adaptarme a nuevas leyes, a nuevas reglas en el juego, a una nueva manera de batir el cobre, yo no sufro del síndrome de Ulises. Lo que sucede, cada tres semanas conmigo, es un síndrome, pero de otra índole. Lo que me convierte en un potencial agresor, lo que me hace intolerante, y lo que me deja sin energías, no es el hecho de que me haya mudado o, del síndrome de Ulises, es otro síndrome: ¡es el Síndrome Pre-Menstrual!
Ahora que todo tiene explicación me siento mejor, ojala que el próximo mes recuerde que es lo que me pasa y no vuelva a echarle la culpa al pobre Ulises. Pero ¿quien sabe? Cuando las hormonas tienen el control... cualquier cosa puede pasar. (Solo espero no lanzarle, literalmente, un zapatazo a alguien)
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Ulises

Friday, November 7, 2008

A Legal Alien in Miami

El ser inmigrante en un nuevo país hace que te sientas extraño a todo, inclusive a tus propias adicciones. Me confieso adicta a la política, pero a la política democrática, a esa en la que puedes discernir y, sin importar si estás de acuerdo o no, llegar a un punto medio. Ese punto que en el terreno de lo ideal, seria para el beneficio de todos.
La campaña política por las elecciones americanas, transcurrió sin que yo le diera mucha importancia, por eso de no querer opinar, por cosas de sentirme ajena a lo que pasaba y nueva por esto rumbos. Pero al final ganó mi adicción a la política y me puse a hacer mis researches para saber que proponía cada candidato. Confieso que no me gustaba mucho la idea de Barack Obama al principio, pero es que su lema era solo “change” y mis raíces venezolanas hacían que con solo escuchar eso me espantara. Cambios? Que cambios? Como los haría? De qué cambios hablaba exactamente? Eso de cambiar por cambiar, no significa que necesariamente sea bueno, así que recurrí a la herramienta de estos tiempos y me puse a ver su web site. Me sorprendió ver como estoy de acuerdo en algunos de los cambios que propone, pero también puedo entender por qué las personas conservadoras de este país los rechazaban. Aquí no les gusta que el Estado interfiera en sus vidas. Pues la verdad, a mí tampoco me gusta, pero tratándose de educación, salud y economía, pienso que una institución debe velar por el bienestar de las personas, será el Estado entonces quien lo haga. Así me di cuenta que no era tan malo Obama como lo pensé al principio, pero es que McCain tampoco me parecía tan malo.
El día de las elecciones, las calles estaban repletas de votantes, personas que querían dejar clara su opinión de quien sería el próximo presidente de este país, lo que me pareció obvio es que no importaba si era Obama o McCain, lo que sentí que se demostró fue el gran descontento que tienen con el actual presidente, como diría Oliver Stone, con “W”.
Salir de mi casa y llegar a ella, después del trabajo no fue fácil, el tráfico era insoportable (claro nunca a los niveles caraqueños). Finalmente, llegue a mi edificio y en lobby se encontraban reunidas unas personas, casi todas de la tercera edad, que mientras esperaba el ascensor me preguntaron “Did you already vote? Sin mayores explicaciones conteste que no, pero en un eterno segundo, juro que pude sentir como en cualquier momento las andaderas y bastones serian lanzados en contra de mi persona, así que tuve que agregar “I wished but I am not an American Citezen yet” y eso calmo los ánimos porque después en coro expresaron “Ahhhh!!! Ok” subí de inmediato, no se les fuera ocurrir preguntar que de haber votado pro quien lo hubiera hecho. Tuve el presentimiento que ninguna de las dos opciones hubiera complacido por completo a la audiencia. En la tele solo se podía ver programas dedicados a los conteos de los votos, trate de seguirlos, pero ya era tarde y tenía que dormir. Y, anyway, estaba segura de cual sería el resultado.
Al día siguiente, en todos los periódicos y páginas de internet estaba la noticia, Obama es el nuevo presidente electo de los EEUU. Leí su discurso de aceptación, me pareció maravilloso, porque después de una larga campaña donde ataco y fue atacado, rendía homenaje a su contrincante, hablaba de unión y no de separación, recordaba a Lincoln quien, también desde Chicago, una vez abolió la esclavitud y consiguió unir a un país mucho más dividido que ahora. Prometió ser el presidente de todos los habitantes de este país, de los que lo apoyan y de los que no, que a ellos también los escucharía. De su opositor, pues dijo que esperaba trabajaran juntos por el país que ambos amaban. Qué diferencia con mi país! Después de ese discurso, solo puedo decir que Obama tiene el beneficio de mi duda.
Este país parece otro, parece estar feliz, parece estar esperanzado y, como leí en un diario Español, después de todo ni el más liberal de los americanos, es tan liberal como para ser un radical. Así que al final, no creo que las cosas cambien tanto.

Friday, September 19, 2008

Otra Despedida




He buscado por todas partes, he buscado en la astrología, los ritos de tribus pre hispánicas, la antigua mitología griega. He buscado y buscado una señal que me diga quAdd Imagee tú y yo estamos destinados a estar juntos. Pero cada vez que encuentro algo me dice siempre lo mismo, da lo mismo que estés conmigo que con ella. Shit! Sigo insistiendo porque no quiero aceptar que eso sea verdad. Me convierto en una patética imagen de mujer desesperada. No me gusta lo que veo cuando estoy frente al espejo, mucho menos cuando en el silencio escucho mis pensamientos. Pero ya no más.
Cuando nos conocimos juro que pude sentir la fuerza de un trueno en mis entrañas, sé que no me crees, pero así fue. No hay otra manera de explicarlo. Ahora pienso que sentiste lo mismo cuando la conociste a ella.
La única parte que todavía no entiendo es porque seguimos unidos, porque este lazo no se rompe ni con el tiempo, ni con la distancia. Ya no me parece un lazo, sino una cadena (nice pretty prission if you ask me!) Escucho a los cuervos cantar, no han parado desde el primer día que me traicionaste, razón tuvo Apolo en cubrirlos de negro! No anuncian sino traiciones. Los he escuchado antes, pero esta vez fueron más crueles, me perseguían a donde iba, en la casa, en la autopista, en la oficina. Trate de alejarme y ahí estaban, parados en el ala del avión! No es justo, a veces no es justo estar tan consciente de las cosas que están por venir.
Tampoco había corrido antes, tampoco había escapado a sus cantos, lo aceptaba y ahí, con una solidez femenina y sutil, terminaba con el causante de la traición, asegurándome de dejarle una herida que se convirtiera en cicatriz y, así, por lo menos asegurarme que nunca más traicionaría a otra mujer. Pensaba que con esa manera de actuar me aseguraba años de buen karma. Después de todo, estaba evitando el dolor de otra mujer al enseñarle al traidor lo que duele ser traicionado.
Pero eso no evito que tú me traicionaras y, a ti no te herí. A ti no fustigué con un golpe emocional que te impidiera volver a traicionar. A ti, te entendí. Me dejaste sin fuerzas, te llevaste mi energía y no pude más que caer ante ti. Perdonando y volviendo a perdonar muchas veces.
No creo que haya valido la pena, no creo que hayas aprendido nada. Segura estoy ahora, que lo único que logré fue confundirte. No sabes a quien quieres, no sabes a quien elegir.
Pero esta noche voy a colaborar contigo, olvidaré lo mucho que me conmueves, olvidaré tus ojos, que de ser tan pardos, son infinitos, olvidaré la canción pop que suena en mi cabeza cada vez que nos encontramos, ya no mas sound track para nosotros, ya no más Gloria Estefan, que aunque suene cursi, es así, cada vez que estamos juntos parece que a la distancia alguien prende su ipod y suena “Hoy” con su video en Macchu Picchu (algo debe significar, pero ya no quiero saber) corriendo como en un proyector y la pantalla son mis pupilas. Esta noche me despido de ti. Esta noche hago lo que tú no has podido hacer: esta noche nos libero.
Ahora ya no tienes porque estar dividido, ahora ya no tienes porque estar confundido, te dejo para que cerremos el ciclo, para que otro nuevo se abra, para que avancemos en nuestras vidas. Porque no podemos seguir en este Bizarro triangulo de amor; contigo o sin ti, la vida tiene que seguir.

Historia del Chupe de Gallina

July 10, 2007

Los domingos en Miami pasan lento cuando es verano o, por lo menos así los siento yo que no soporto este calor incomodo y pegostozo que no te deja dar un paso sin sentir que tienes una capa de humedad adherida a la piel. Por esa razón, trato de ir a la playa, porque cuando menos allí, la brisa disimula la humedad. Sentada en un café, tomando un smoothie de mango, banana y fresa, disfrutaba de la brisa marina y la tranquilidad mayamera. Esa tranquilidad que, si no estoy pendiente, puede llevarme por el camino de la melancolía. Como he decidido dejar de luchar con la melancolía he ideado una manera de lidiar con ella, los recuerdos. Cuando veo que se acerca comienzo a recordar cosas caraqueñas, cualquier cosa! Y así fue como llegue a recordar el delicioso chupe que hace mi amiga Liliany, casi podía saborearlo. Decidí que el lunes comería chupe para el almuerzo.
Una vez llegada la hora del almuerzo del día lunes, me dirigí a un restaurante Peruano que queda en la misma avenida de mi oficina, bien cerquita, como para no tardarme mucho. Al llegar y leer el menú me di cuenta que solo tenían “chupe de camarones” por no dejar pregunte a la señora que me atendía si ese día tendrían chupe de gallina y ella, con cara de asombro y como si estuviera viendo al mismísimo chupacabras en frente de ella quedo como en un limbo, no reaccionaba ante tal blasfemia que yo acababa de pronunciar. Pasados unos 10 segundos, la señora logro salir de su trance y pudo responderme: “el chupe SOLO se hace con mariscos” Entonces fui yo la que quedo en una especie de shock culinario, luego de un segundo sacudí la cabeza y atine a pronunciar: “Ah! Entonces por favor me trae la pollo a la parrilla”.
Luego de eso regrese a mi oficina con las ganas de comer chupe de GALLINA insatisfecha y la diversión que me causan esas pequeñas diferencias culturales que tenemos los latino americanos, sobre todo en la manera de preparar nuestros platos típicos.
Cuando llegue a mi casa en la noche, decidí convertir mi frustración de la tarde anterior en el restaurante peruano, en un aliento, así que laptop en mano comencé a navegar a través de Internet en busca de la receta del chupe de gallina para hacerlo por mis propios medios. Mientras lo hacia seguía pensando en el incidente del restaurante, abrase visto! No tener chupe de gallina! Pocas veces me había sentido tan frustrada en cuanto a gastronomía se refiere.
Como es bien sabido en Internet se puede encontrar casi de todo... Pues tengo que dar fe de ello! En mi investigación he encontrado la historia del chupe de gallina!!!! Resulta ser que se remonta a la época de la guerra por la independencia, cuando nuestro gran Libertador, Simón Bolívar visitó tierras peruanas y quedo enamorado del chupe de camarones.
Al regresar a Caracas no solo se llevo con él la adoración por el chupe peruano, sino que se llevo también a su eterna amante Manuelita Sáenz, esta mujer como estaba realmente enamorada del Libertador, quería complacerlo en sus antojos culinarios y en la casa natal del Libertador en San Jacinto, en pleno centro caraqueño; quiso prepararle un chupe peruano. Pues resulta que en esa época la guaira, de verdad, quedaba lejos y, no se conseguía camarones tan fácilmente, hábilmente Manuelita, quien no quería defraudar el paladar del Libertador, decidió cambiar los camarones por gallina. Que jugada tan inteligente de Manuelita!!! Desde ese momento los venezolanos creemos que el chupe solo es de gallina!!!
Ahora que ya se esto me provoca volver al restaurante peruano a contarles la historia a las señoras que allí atienden, explicarles que es solo una adaptación de la receta original, que nutre y hace grande la herencia compartida de Simón Bolívar. Además, de pronto así nunca más vuelvan a ver a un venezolano como si fuera un extraterrestre cuando exprese sus deseos de deleitarse con un suculento Chupe de Gallina!
Carmen Luisa Aquino
Julio 10, 2007