Friday, September 19, 2008

Historia del Chupe de Gallina

July 10, 2007

Los domingos en Miami pasan lento cuando es verano o, por lo menos así los siento yo que no soporto este calor incomodo y pegostozo que no te deja dar un paso sin sentir que tienes una capa de humedad adherida a la piel. Por esa razón, trato de ir a la playa, porque cuando menos allí, la brisa disimula la humedad. Sentada en un café, tomando un smoothie de mango, banana y fresa, disfrutaba de la brisa marina y la tranquilidad mayamera. Esa tranquilidad que, si no estoy pendiente, puede llevarme por el camino de la melancolía. Como he decidido dejar de luchar con la melancolía he ideado una manera de lidiar con ella, los recuerdos. Cuando veo que se acerca comienzo a recordar cosas caraqueñas, cualquier cosa! Y así fue como llegue a recordar el delicioso chupe que hace mi amiga Liliany, casi podía saborearlo. Decidí que el lunes comería chupe para el almuerzo.
Una vez llegada la hora del almuerzo del día lunes, me dirigí a un restaurante Peruano que queda en la misma avenida de mi oficina, bien cerquita, como para no tardarme mucho. Al llegar y leer el menú me di cuenta que solo tenían “chupe de camarones” por no dejar pregunte a la señora que me atendía si ese día tendrían chupe de gallina y ella, con cara de asombro y como si estuviera viendo al mismísimo chupacabras en frente de ella quedo como en un limbo, no reaccionaba ante tal blasfemia que yo acababa de pronunciar. Pasados unos 10 segundos, la señora logro salir de su trance y pudo responderme: “el chupe SOLO se hace con mariscos” Entonces fui yo la que quedo en una especie de shock culinario, luego de un segundo sacudí la cabeza y atine a pronunciar: “Ah! Entonces por favor me trae la pollo a la parrilla”.
Luego de eso regrese a mi oficina con las ganas de comer chupe de GALLINA insatisfecha y la diversión que me causan esas pequeñas diferencias culturales que tenemos los latino americanos, sobre todo en la manera de preparar nuestros platos típicos.
Cuando llegue a mi casa en la noche, decidí convertir mi frustración de la tarde anterior en el restaurante peruano, en un aliento, así que laptop en mano comencé a navegar a través de Internet en busca de la receta del chupe de gallina para hacerlo por mis propios medios. Mientras lo hacia seguía pensando en el incidente del restaurante, abrase visto! No tener chupe de gallina! Pocas veces me había sentido tan frustrada en cuanto a gastronomía se refiere.
Como es bien sabido en Internet se puede encontrar casi de todo... Pues tengo que dar fe de ello! En mi investigación he encontrado la historia del chupe de gallina!!!! Resulta ser que se remonta a la época de la guerra por la independencia, cuando nuestro gran Libertador, Simón Bolívar visitó tierras peruanas y quedo enamorado del chupe de camarones.
Al regresar a Caracas no solo se llevo con él la adoración por el chupe peruano, sino que se llevo también a su eterna amante Manuelita Sáenz, esta mujer como estaba realmente enamorada del Libertador, quería complacerlo en sus antojos culinarios y en la casa natal del Libertador en San Jacinto, en pleno centro caraqueño; quiso prepararle un chupe peruano. Pues resulta que en esa época la guaira, de verdad, quedaba lejos y, no se conseguía camarones tan fácilmente, hábilmente Manuelita, quien no quería defraudar el paladar del Libertador, decidió cambiar los camarones por gallina. Que jugada tan inteligente de Manuelita!!! Desde ese momento los venezolanos creemos que el chupe solo es de gallina!!!
Ahora que ya se esto me provoca volver al restaurante peruano a contarles la historia a las señoras que allí atienden, explicarles que es solo una adaptación de la receta original, que nutre y hace grande la herencia compartida de Simón Bolívar. Además, de pronto así nunca más vuelvan a ver a un venezolano como si fuera un extraterrestre cuando exprese sus deseos de deleitarse con un suculento Chupe de Gallina!
Carmen Luisa Aquino
Julio 10, 2007

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